Somos lo que uno piensa que es

Somos lo que uno piensa que es

2013, Dec 19    

“Lo que me define es lo que crees, lo que pienso es lo que soy, lo que ves en mí lo albergas en tu interior y viceversa, existe mi mundo porque así lo hemos creado, por lo tanto creo lo que soy” -HK-

Muchas veces me encuentro con personas que piensan que sus vidas no dependen de ellos, sino del entorno y que tienen poco o ningún control sobre su destino. No voy a negar que el exterior no tenga influencia sobre nuestra vida, pero siempre hay grados de libertad de elección que debemos aprovechar para nuestro beneficio, es decir que si somos capaces de gestionar nuestros propios pensamientos y sentimientos, seremos capaces de no depender tanto de las circunstancias, y de los demás.

Si esto lo llevamos más allá nos encontraremos que en realidad somos lo que pensamos. De hecho, tendemos a ver a la realidad según nuestros propios patrones o filtros mentales. Eso de que el vaso está medio lleno o medio vacío viene determinado en gran medida de cómo pensamos y sobre todo cómo nos sentimos. Basta un simple cumplido o una falta de él para percibir nuestra realidad de forma muy distinta, es decir que dependemos mucho del exterior.

Pero ¿podríamos ser capaces de controlar o mejor dicho de gestionar nuestra forma de pensar? Prefiero usar la palabra gestión porque control puede conllevar rigidez a la hora de actuar. En resumen, ¿sería posible gestionar nuestro pensamiento de tal manera que pudiésemos vivir una mejor realidad?

Para ver la relación que existe entre pensamiento y comportamiento hay una historia que ilustra muy bien lo que trato de decir, y es conocida como El Paseo de Francis Galton.

Una historia sobre el poder del pensamiento

Entre 1822 y 1911 vivió Francis Galton, el cual se le puede considerar como el padre de la psicología diferencial, además de ser el primo del famoso Charles Darwin. Al señor Galton se le atribuye también el descubrimiento de que cada persona posee en la punta de sus dedos un patrón único que les diferencia de los demás, o más comúnmente conocido como las huellas digitales. Su vida profesional se centró mucho en descubrir las diferencias psicológicas y biológicas que existen entre personas, y entre los muchos experimentos que llevó a cabo hay uno que merece la pena conocer:

Un día como otro cualquiera decidió probar un experimento en sus propias carnes, tratando de ver cómo los pensamientos influyen de manera directa en nosotros y en nuestro entorno. Para ello utilizó la autosugestión y el auto-hipnotismo diciéndose a sí mismo: “Soy el hombre más odiado de Londres” y llevando consigo este pensamiento y emoción salió a pasear como un día cualquiera. ¿Y ocurrió algo inusual? Pues sí, de hecho en ese mismo paseo lo insultaron, le golpearon con el codo cayendo al suelo e incluso un caballo le dio una coz.

No sé si la historia será totalmente cierta o no, pero lo que sí estoy convencido es que nuestros pensamientos crean realidades y que tienen más poder del que les otorgamos. Claro como son gratis y no vemos sus consecuencias inmediatas, no le damos tanta importancia.

Eres lo que piensas

En el DHAMMAPDA de la antigua india encontramos la siguiente afirmación:

“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado, se fundamenta en nuestros pensamientos y está construido sobre nuestros pensamientos”. Es decir que recolectas, o dicho de otro modo, eres/tienes/haces lo que has ido sembrando en tu vida.

Es obvio que un simple pensamiento aislado no tiene el poder suficiente como para cambiar la realidad, pero si este pensamiento lo sostenemos en el tiempo y sobre todo si va acompañado de emociones o sentimientos, la cosa cambia muy mucho, ya que a base de repetir o de experimentarlo vívidamente, seremos capaces de ir cambiando nuestros patrones mentales(que a su vez están llenos de filtros mentales, creencias y valores).

En los cursos que imparto he sido capaz de presenciar cómo el cambio de pensamiento acompañado de una experiencia intensa en la cual se toca la fibra sensible (es decir la parte emocional) de los asistentes, hace provocar el cambio de comportamiento y pensamiento. Es evidente de que el nivel emocional es un ingrediente fundamental para cambiar el comportamiento, aunque no el único.

En tu experiencia, ¿has conseguido cambiar tu realidad a base de cambiar tu forma de pensar y/o sentir?